ART & CINE-ARTE
Porque sueño yo no lo estoy. Porque sueño, sueño. Porque me abandono por las noches a mis sueños antes de que me deje el día, porque no amo, porque me asusta amar, ya no sueño. Ya no sueño......
A ti la dama, la audaz melancolía que, con grito solitario, hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio; tú que atormentas mis noches cuando no séque camino de mi vida tomar... te he pagado cien veces mi deuda.
De las brasas del ensueño sólo me quedan las cenizas de la mentira que tú misma me habías obligado a oír. Y la blanca plenitud, no era como el viejo interludio y sí una morena de finos tobillos que me clavó la pena de un pecho punzante en el que creí, y que no me dejó más que el remordimiento de haber visto nacer la luz sobre mi soledad.
E iré a descansar, con la cabeza entre dos palabras, en el valle de los avasallados.
A ti la dama, la audaz melancolía que, con grito solitario, hiendes mis carnes ofreciéndolas al tedio; tú que atormentas mis noches cuando no séque camino de mi vida tomar... te he pagado cien veces mi deuda.
De las brasas del ensueño sólo me quedan las cenizas de la mentira que tú misma me habías obligado a oír. Y la blanca plenitud, no era como el viejo interludio y sí una morena de finos tobillos que me clavó la pena de un pecho punzante en el que creí, y que no me dejó más que el remordimiento de haber visto nacer la luz sobre mi soledad.
E iré a descansar, con la cabeza entre dos palabras, en el valle de los avasallados.
De la pelicula "Leólo"
Director : Jean-Claude Lauzon / Guionista : Jean-Claude Lauzon
Todo en "Leolo" está impregnado de una densidad que no permite que el espectador se despiste en ningún momento. Una densidad que nace del núcleo de la historia, tan simple de explicar como inexacto : la lucha de un niño por sobreponerse a su realidad a través de la escritura. Pocas películas llegarán a expresar mejor lo que significa escribir que "Leolo". Jean-Claude Lauzon no se coloca en el bando de los teóricos, de los que se preguntan si escribir tiene mucho sentido después de gente como Conrad. Jean-Claude Lauzon está en el otro lado , en el de los que presentan la escritura como única salida. Toda la película es una explicación del hecho de escribir , desde la inspiración y sus dudas hasta el vacío y la falta de lectores, que va a superar todo lo que se pueda decir sobre ella. Precisamente porque el interés de Lauzon no era disertar, sino mostrar.
En 1995, la avioneta que Jean-Claude Lauzon pilotaba se estrelló contra una montaña. Decir que sólo murieron él y su novia, después de pasar un día de pesca, es algo no del todo exacto.En ese accidente murió Lauzon y, en cierto modo, también parte del mundo que los que hemos visto "Leolo" compartíamos con él. Murió un director que, con algo más de tiempo, habría conseguido desarrollar una forma de contar historias que habría servido, sin duda, para hacer frente a esta época de simpleza y estupidez en el cine.En esa carrera truncada habrían sobrepasado a gente tan admirada como Lars Von Trier, por poner un ejemplo de alguien capaz de haber creado un estilo propio (con todas las limitaciones y campañas de marketing que el "Dogma" lleva consigo). Jean-Claude Lauzon rodó "Leolo" y el Destino debió pensar lo que Leonardo da Vinci le dijo a Miguel Angel después de ver su Rafael :-Después de esto, sólo te espera el declive.





La película avanza hasta presentar uno de los finales más demoledores del cine. ¿Iba Lauzon a permitir que su historia terminara de una forma plana? Como todos los buenos finales, este es definitivo para la historia pero abierto para la interpretación. ¿Qué significa ese Leolo en la bañera, cubierto de cubos de hielo? Ahí es donde el espectador tiene que empezar a trabajar su propia interpretación.Hace diez años de Leolo, hace cinco de la muerte de Lauzon. Haber visto Leolo supone conocer hasta dónde puede llegar una película en intensidad. Después es difícil aceptar como fresco mucho del pescado muerto que no deja de presentarse en el cine. Meros ejercicios de principiantes o trabajos correctos pero fríos. Anécdotas ocurrentes o historias trilladas. Parece que se ha bajado el nivel y que el espectador medio lo acepta pensando que tampoco se puede ir mucho más lejos.Cuando esa sensación esté a punto de imponerse, cuando vayamos a aceptar una película no porque sea buena, sino porque sus fallos no son demasiado evidentes, hay que regresar a películas como Leolo.Esta película que se merece un diez. Sin duda. Una referencia a la que acudir una y otra vez. Una película que siempre dejará corto cualquier análisis. Una película que hay que ver.
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Ficha:
Título: Léolo.
Ficha:
Director: Jean Claude Lauzon
Año: 1992
País: Canadá/Francia/Reino Unido
Interpretes: Máxime Collin (Léolo), Ginette Reno (Mamá de Léolo), Julien Giomar (Abuelo), Gilbert Sicotte (Narrador)
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Artículo de :" Criticas de Cine . Com"
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1 Comments:
Con toda la fuerza de la imaginación y del lenguaje literario, Réjean Ducharme publicó en 1966 L'avalée des avalés, la novela que inspiró a Lauzon. Han pasado 33 años y ahora Ediciones Doctor Domaverso ha publicado la traducción de esta novela, bajo el título en castellano El valle de los avasallados.
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